¿El VPH sólo se contagia por vía sexual?
Es un virus que se contagia básicamente a través del contacto íntimo genital. Si bien las relaciones sexuales de cualquier tipo, como el coito o el sexo oral, son las vías más habituales para infectarse, el uso compartido de objetos que están en contacto con secreciones de mucosas infectadas, como los juguetes sexuales, también supone un riesgo.
¿Utilizar preservativo puede eliminar el riesgo de contagio?
El uso del condón es la forma más segura de mantener relaciones sexuales sin riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual, y el único método anticonceptivo al que tiene acceso la mayoría de la población. Ahora bien, esto solo no elimina el riesgo de contraer el VPH. El preservativo reduce la exposición al virus en aproximadamente 70% de los casos, pero no es infalible. Hay zonas que los condones no cubren, como el escroto o la vulva.
¿Cómo puedes saber si estás afectado por el VPH?
El virus es asintomático en un 90% de los casos. Esto significa que la persona que lo tiene no presenta ningún síntoma y, por tanto, desconoce que padece la infección. Otros afectados -en una proporción más baja- descubren que lo tienen por la aparición de verrugas o la sensación de picor en la zona genital. Son, sin embargo, unas lesiones que tienen muy poco riesgo para la salud.
¿Puedes quedar en embarazada si estás infectada con el VPH?
Sí. La infección, por sí sola, no afecta la gestación ni disminuye la fertilidad de ninguna mujer. El virus no tiene el potencial para producir alteraciones fetales o congénitas.
¿Los hombres pueden contraer el VPH?
Creer que los hombres sólo son portadores del virus es un mito. Tanto si mantienen relaciones sexuales con mujeres, como con otros hombres, están tan expuestos a contraer el virus como las mujeres y, por tanto, a asumir un papel activo en la transmisión de la enfermedad.
¿Por qué la vacuna no se administra rutinariamente a los hombres?
La vacuna contra el VPH la financian los gobiernos para mujeres en edades tempranas, con el objetivo de administrarla antes de que las jóvenes empiecen a explorar su sexualidad. Esto responde a un criterio de eficacia. "La alta incidencia de los cánceres asociados al virus afecta a las mujeres en un 94% de los casos". Vacunar únicamente a las mujeres, sin embargo, hace que la prevención tenga un alcance limitado. Por ejemplo, ya hay países como Australia o Canadá que incluyen los jóvenes de 12 años en el programa de vacunación.
¿En quienes se recomienda la vacunación?
La recomendación de las autoridades sanitarias mundiales es que los países vacunen sistemáticamente las chicas adolescentes de entre 11 y 14 años, ya que se considera que son los años previos a empezar a tener relaciones sexuales.
Se agrega a grupos de alto riesgo, entre los que se incluyen hombres homosexuales de hasta 26 años, las mujeres y los hombres VIH positivos hasta los 26 años y las mujeres que han superado un cáncer de cérvix, de cualquier edad, para evitar recaídas oncológicas. También se recomienda vacunar a personas con una vida sexual muy activa, bien sea porque son trabajadores sexuales o porque tienen múltiples compañeros sexuales. Las víctimas de abusos sexuales también pueden acceder a la vacuna.
¿Contraer el VPH implica arrastrar consecuencias para toda la vida?
El VPH es uno de los virus de transmisión sexual más frecuentes a escala global y la inmensa mayoría de los contagios se producen en los primeros años de exploración sexual. En prácticamente todos los casos las defensas eliminan el virus de manera espontánea y sin necesidad de someter al afectado a tratamientos. Ahora bien, hay un 10% de afectados que, una vez contagiados, quedan infectados de forma crónica y pueden acabar sufriendo algún tipo de enfermedad. De esta minoría de casos, uno de cada 10 puede acabar desarrollando un cáncer.
¿Cuáles son los tipos de cáncer asociados al VPH?
El papiloma humano es la antesala de aproximadamente todos los casos de cáncer de cuello uterino. El virus, sin embargo, también es el causante del 85% de los cánceres anales, 50% de los cánceres de pene, 45% de los cánceres vulvares y 25% de los cánceres de orofaringe, según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer de la Organización de las Naciones Unidas (IARC).
¿Hacerse revisiones ginecológicas periódicas puede reducir el riesgo de padecer cáncer de cérvix?
La mayoría de mujeres no van a la revisión ginecológica cuando les toca. De hecho, buena parte de los pacientes que presentan un cáncer a consecuencia del virus, sobre todo de cuello uterino, no habían ido al ginecólogo a hacerse una revisión periódica o una prueba de detección precoz de VPH antes del diagnóstico. En el caso de los cánceres de cérvix, estrechamente relacionados con el VPH, detectar la infección es primordial para hacer otras pruebas más exhaustivas, como una colposcopia para examinar el cuello uterino.
La estrategia mexicana de cribado de cáncer de cuello uterino recomienda una citología cervical (el test de Papanicolau) cada año en mujeres de entre 25 y 65 años.
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